La emergencia sanitaria ocasionada por el COVID-19 obligan a la gente a pensar en otras posibilidades de movilización, pues el transporte público es un espacio que puede incrementar la probabilidad de contagio, mientras la bicicleta disminuye esta posibilidad convirtiéndola en una opción atractiva.
Su beneficio no es solo el de transportarse. En las circunstancias actuales, con la pandemia amenazando la vida de la gente, la bicicleta es un medio que ayuda a cumplir el distanciamiento social.
Además, en el aspecto medioambiental, al ser un vehículo que no usa combustible, contribuye en la reducción de la contaminación de la ciudad y mejora el estado físico de quienes la usan.
Daniel Morán es el fundador del emprendimiento Urban Bike, que nace con la idea de solucionar los problemas de movilidad urbana que existen actualmente, utilizando medios de transporte sustentable con la venta de motores eléctricos para bicicletas que se instalan fácilmente.
Este motor brinda las prestaciones de cualquier otra bicicleta eléctrica en el mercado, con la ventaja de que son más accesibles, económicas y versátiles, ya que se adaptan a cualquier tipo de bicicleta sin modificar los componentes de la misma.
Urban Bike afirma que las bicicletas eléctricas son una excelente opción para que la ciudadanía pueda movilizarse al trabajo, supermercados, etc., de manera segura y, así, evitar el contagio del COVID-19.
Además, el Municipio de Quito está fomentando el uso de bicicletas en estos tiempos de pandemia y se encuentra realizando una ampliación de 63 km de ciclovía que se conectarán con paradas de transporte convencional, municipal y del Metro.