Una vez que el MPAS entre en vigor, se aplicará a nuevos proyectos del BID, incluidos préstamos de inversión, recursos no reembolsables para inversión y garantías, así como algunos préstamos en apoyo a reformas de políticas y cooperaciones técnicas. El MPAS establece las responsabilidades del BID y del prestatario, así como los requisitos que los prestatarios deben cumplir durante todo el ciclo de vida del proyecto. Tres elementos que componen al MPAS:
El MPAS se basa en las normas de desempeño de la Corporación Financiera Internacional (CFI), adaptadas para el sector público y nuestra región. Además, al incorporar normas sobre trabajo y condiciones laborales, les permite estar alineados con los más recientes convenios e instrumentos internacionales fundamentales de las Naciones Unidas y la OIT. Asimismo, para obtener un compromiso abierto, transparente e inclusivo en torno a sus proyectos, el MPAS incluye una norma independiente de participación de las partes interesadas y divulgación de información. Entre otras actualizaciones, el BID requerirá mecanismos de reclamación en el proyecto, de modo que los prestatarios puedan abordar rápidamente las preocupaciones y quejas compartidas por individuos y comunidades.
El nuevo MPAS establece normas ambiciosas en varias áreas. Eleva el respeto por los derechos humanos y lo pone al centro de la gestión de riesgos ambientales y sociales. También establece protecciones más estrictas para personas y grupos en situación de vulnerabilidad. Especifica claramente dónde se requiere el consentimiento libre, previo e informado de los pueblos indígenas, exige la protección de los afrodescendientes y las personas con discapacidad, y requiere tomar en consideración factores como la raza y el origen étnico, la edad o la condición social. También incluye nuevas normas sobre derechos laborales y una norma sobre salud y seguridad comunitaria. El Banco también se ha convertido en el primer banco de desarrollo multilateral en no permitir compensaciones de biodiversidad en hábitats críticos.
El desarrollo de las nuevas normas se basó en un principio de no dilución de sus políticas anteriores, que asegura que el BID mantendrá sus compromisos actuales. El MPAS tiene una norma independiente sobre igualdad de género con disposiciones para personas de todos los géneros, que reemplaza su política anterior. El nuevo marco aborda explícitamente los riesgos de violencia sexual y de género, explotación, discriminación y abuso en los proyectos que apoyan, reconociendo que las mujeres y las personas de diversas orientaciones sexuales e identidades de género deben ser empoderadas para lograr la igualdad. El nuevo MPAS también incluye en sus normas la resiliencia a los peligros naturales y al cambio climático.
El MPAS brinda provisiones de vanguardia para abordar problemas ambientales y sociales, convirtiéndose así en una pieza esencial de los esfuerzos del BID más amplios para contribuir al desarrollo sostenible de la región. Actualmente, se encuentran capacitando a su personal, preparando herramientas y asignando los recursos necesarios para su implementación efectiva.