Es importante concientizar sobre las compras que realizamos como consumidores, pues muchas veces la publicidad nos puede hacer creer que necesitamos un producto cuando en realidad no es así. Esta publicidad desmedida ha llevado a que los usuarios generen una necesidad no real y consuman más de la cuenta, lo que deriva en más desechos, más contaminación y más dependencia a las compras. A su vez, es importante considerar si un artículo que queremos desechar puede ser donado o reutilizado. Si está en buenas condiciones y su funcionalidad está intacta, se le podría dar una segunda vida.
Aunque es más cómodo consumir productos que utilizan plástico de un solo uso, cada vez existen más alternativas que permiten evitar el uso desmedido de este material. Termos, cubiertos de madera, tarrinas reutilizables, copas menstruales, pañales reutilizables, bolsas ecológicas, shampoo y acondicionador en barra, cepillos de dientes y más. Son algunos productos diarios que pueden remplazar al plástico en el hogar, solo se trata de buscar y convertirlo en un hábito.
El vegetarianismo no es una opción para muchos, sin embargo, eliminar los productos cárnicos un día a la semana podría ayudar al medio ambiente. Para esto, es impórtate que se planifique la semana o se tenga una idea de lo que se va a consumir, de esta forma se podrá incluir un día sin productos de origen animal. Podría ser cada lunes o el día de tu preferencia, no hay excusas para alimentarse bien y ayudar al planeta.
En la actualidad existen miles de opciones para cambiar los focos genéricos a bombillas LED o ahorrativas. Además de ayudar al planeta, la factura de luz disminuirá. También, asegúrate de desenchufar los artefactos electrónicos que no estén en funcionamiento porque estos consumen energía aunque estén apagados. Estos pequeños cambios se pueden convertir en un hábito impórtate y si crees que podrías no recordarlos, puedes anotarlo en un lugar visible que te recuerde hacerlo.
Consumir productos locales ayuda a la economía circular y a los pequeños comerciantes. Es importante que te asegures de comprar en lugares sostenibles, pues no todos los son y muchos de ellos son revendedores de productos contaminantes o que no se preocupan por el medio ambiente y en esos casos el aporte ambiental no existe.
Aunque parezca complicado, estos pequeños cambios ayudan mucho a la preservación ambiental y a frenar el cambio climático. En la actualidad es poco común que las personas se preocupen cómo y dónde se producen sus artículos y tampoco buscan alternativas sostenibles para empezar a mejorar estos hábitos. Tú puedes ser parte del cambio con pequeñas acciones que suman en el cuidado ambiental