La minería y la sostenibilidad suelen pensarse como un oxímoron, es decir una palabra que al complementar a la otra maneja una contradicción intrínseca. Justamente, este es el reto que debe asumir la industria, pero ¿cómo hacer que la minería sea una actividad sostenible?
Cuando se habla de minería sostenible no existen respuestas fáciles. A pesar de la necesidad de metales y minerales en una economía de bajo carbón (como litio, cobre y cobalto) la minería en la mente en la ciudadanía está vinculada inexorablemente con las emisiones de carbón, daño ambiental y quiebre de las sociedades a lo largo de la vida de la mina y mucho tiempo después del cierre.
En casi todas las regiones mineras, tenemos ejemplos de cómo se aprecia el legado de la minería y podemos recordar eventos trágicos como el desastre de la presa de relaves de Samarco o la contaminación producida por le fundición de La Oroya en Perú, la cual opera desde 1922 y la ubica como la quinta ciudad más contaminada del mundo. Entonces, el reto está en desarrollar la industria sobre esa base, empezar a generar una minería sostenible y cambiar esa percepción.
En el país, el proyecto minero surge durante el mandato del expresidente Rafael Correa (2007 – 2017), aunque este no despegó del todo durante su gestión por las trabas tributarias que impuso años antes a la inversión extranjera. Con la llegada de Lenín Moreno a la presidencia, se eliminaron barreras legales que permitieron una mayor seguridad jurídica generando el ambiente propicio para la recepción de inversión en el sector minero.
El objetivo del Gobierno es que la minería aporte 4% del Producto Interno Bruto hasta el año 2021 frente al 1,25% de 2017. Con estos recursos se pretende que el país tenga el dinero que le permitirá aguantar el tiempo que requieren otros motores de desarrollo como son el turismo.
La minería en Ecuador gira en torno a cuatro tipos de actividad: la "legal" o "industrial" (grandes concesiones reguladas por el Gobierno), la ilegal (oportunistas que han convertido al extractivismo en su fuente particular de ingresos), la "pequeña minería" y la "artesanal". Estas últimas, antes unificadas, son un tipo de extracción que data de hace siglos y que es permitida por la ley a escala limitada.
En el mes de julio y noviembre de 2019 se inauguraron dos proyectos importantes que abren las puertas a la explotación industrial de minería en el país, como son: Mirador, que produce cobre ya en exportación, y Fruta del Norte, que produce oro. Además, el Gobierno tiene otros tres proyectos estratégicos en curso y seis más de "segunda generación" en fase de investigación.
Raúl Ledesma, exministro del Ambiente, mencionó en el XIV Encuentro Anual Minería, Energía y Petróleo de 2019, que “la explotación de nuestros recursos naturales es necesaria para el crecimiento económico y social de nuestro país, siempre que sea responsable y amistoso con el ambiente”. Por lo cual, se diseñó un plan de acción a escala nacional para regular el sector, como es el Plan de Desarrollo Minero, el Reglamento Minero y la Normativa para el Control de Exportaciones Mineras.
Además, el exministro de Energía y Recursos Naturales no Renovables Carlos Pérez expresó que “se ha creado un nuevo mapa minero en el cual se hace énfasis en el cuidado de áreas protegidas, centros urbanos y zonas intangibles”. En estos sitios está prohibido el desarrollo de la minería metálica, en todas sus etapas, tras la consulta popular del 2018.
Francisco Peña, director nacional de Prevención de la Contaminación Ambiental del Ministerio del Ambiente (MAE) manifestó, en el III Congreso Minería y Ambiente de 2019, que “el MAE está trabajando en normativas, de acuerdo al Código Orgánico del Ambiente, con la finalidad de que todas las actividades mineras sean regulares. Nosotros vamos a establecer un riguroso control a todas las actividades operativas a través de las auditorías, las cuales determinarán, cada 3 años, cómo se puede ir mejorando este tipo de actividad”.
La percepción que tiene la sociedad sobre una empresa minera y su producción se está traduciendo en el costo del mercado, es decir que el mercado está castigando a unas industrias y premiando a otras según su grado de sostenibilidad, por lo cual existe una brecha que la industria debe tratar de equiparar.
Un ejemplo es Apple, que tiene una política muy clara en cuanto a sostenibilidad, pues no usa minerales “manchados de sangre” o busca que estén libres de conflictos, de países en guerra o con trabajadores sin derechos. Apple se ha tomado la molestia de identificar y monitorizar los incidentes de sus metales más demandados, que son estaño, tungsteno, tantalio y oro, así como metales raros.
Estas acciones han provocado que el Mercado de Capitalización de Apple, con un valor cercano a 1 trillón de dólares, sea mucho mayor a las 25 compañías mineras top del mundo, que en su conjunto no alcanzan este valor. Paradójicamente, Apple adquiere minerales para sus equipos de estas mismas compañías.
Adicionalmente, existen impulsadores que incrementan la demanda de minerales y disruptores que amenazan esta demanda. Muchos factores gobiernan un incremento en la necesidad de metales, incluyendo el crecimiento poblacional, la urbanización y el crecimiento de la clase media. Solo en China, esta enorme migración y urbanización, sin precedentes en la historia de la humanidad, ha hecho que 46 ciudades chinas (de un total de 102) sobrepasen el millón de habitantes desde 1992. Solo el 40% de los chinos que viven en ciudades equivale a Estados Unidos en 1885.
Sin embargo, disruptores como la sostenibilidad, metales sustitutos o conceptos como economía circular, alimentan una tensión en la demanda. Los inversionistas detectan estos temas y su influencia en los patrones de inversión y en último término en el valor de la acción. En otras palabras, los inversionistas están viendo estos pros y contras del negocio, así como sus riesgos y eso se traduce en el Mercado de Capitalización.
Louise Pearce, directora global de Minería de ERM, una empresa lider a nivel mundial en sostenibilidad, presidió un panel de pensadores en la convención minera de la 'Prospector & Developers Association of Canada' (PDAC) en 2018. En una conversación en vivo, uno de los panelistas dijo: "necesitamos construir una mina que la gente quiera ver". En ERM, aprovecharon esa oportunidad para continuar involucrando al sector en este dialogo alrededor del mundo y llegaron a la conclusión que 'la minería que queremos ver' es tanto inclusiva como una perspectiva.
A través de una rigurosa investigación y una serie de entrevistas con sus clientes, la empresa peruana ERM desarrolló 5 pilares que las compañías mineras pueden acoger para influenciar en todos estos disruptores y trabajar a favor de la sostenibilidad. Estos procesos permiten construir una ventaja competitiva mediante prácticas sustentables. Con el manejo adecuado, las compañías pueden empezar a cambiar la conversación alrededor de la sostenibilidad, y crear una narrativa nueva que razona de mejor forma con las comunidades, los grupos de interés y el gobierno.
- La excelencia operacional crea un valor seguro y estable, involucrando soluciones tecnológicas que incrementan la eficiencia, seguridad, y productividad de una mina.
- El incremento del uso de tecnología en el sector tiene implicaciones para la fuerza laboral. Entonces, los impactos necesitan ser balanceados para optimizar la eficiencia, reducir el riesgo e incrementar la agilidad.
- Esto puede hacer al trabajo más seguro, protege la salud de sus colaboradores, reduce el uso de energía y permite las reparaciones remotas.
La Minera Valle Central que utiliza minería de relaves a control remoto. También, la minería en Cerro Corona en Perú hace uso de E-Mobility o movilidad limpia. En este caso, en medios de transporte que funcionan con energía solar.
- El verdadero valor del agua usualmente no es reconocido, minando el camino a la excelencia operacional.
- Realizar diseños y análisis holísticos de las cuencas donde se hacen análisis mineros.
- El entendimiento de como la mina interactúa con otros usuarios y como afecta tanto la cantidad como la calidad del agua en un área más amplia de la cuenca es importante.
- Conocer los riesgos y amplificadores dentro y fuera de la mina para ser considerados.
El CONSEJO INTERNACIONAL DE MINERÍA Y METALES (ICMM) y sus miembros han desarrollado un enfoque de Cuenca que considera a todos los usuarios en la región, lo que permite una mejor colaboración y administración del agua (por ejemplo, reuso de aguas grises). ERM viene trabajando con Anglo American en un Proyecto piloto para refinar este enfoque en África y Latinoamérica.
- Considerar a los grupos de interés como socios.
- Maximizar la participación de la economía local y crear valor compartido.
- Defender altos estándares éticos y morales.
- Mejorar continuamente a través del monitoreo de indicadores clave, responsabilizando a los líderes y empoderando a los empleados.
- Identificación y manejo proactivo de los riesgos sociales, impactos y oportunidades a través del ciclo de vida minero y de sus productos.
En Perú, el proyecto Obras por Impuestos propone que las empresas sean las que realicen infraestructura en la comunidad donde actúa la mina, a cambio de la reducción de sus impuestos de manera proporcional.
- En Canadá se viene impulsando la participación de los pueblos originarios como cogerentes del proyecto y líderes en varios estudios.
-En Ecuador, Perú y Colombia se han implementado los mecanismos de consulta previa para pueblos indígenas.
Las empresas deben efectuar un seguimiento y control de los minerales a través de sus ciclos de vida. Esto se consigue al conocer la procedencia y trazabilidad de los metales que están introduciendo, procesando y que están vendiendo.
Apple y Samsung tienen iniciativas para la gestión del cobalto.
- El Gobierno del Perú viene controlando el mercado del oro.
- 10 empresas automotrices han unido esfuerzos para identificar y resolver temas éticos de las fuentes de materias primas, incluyendo el suministro de cobalto en los materiales de los autos eléctricos.
- Tesla viene fabricando baterías que usan poco o casi nada de cobalto.
- Enfocarse en reducir los pasivos de largo plazo construyendo un legado positivo para el futuro.
- Desarrollar e implementar estrategias que se apoyen en ingeniería sólida.
- Pasivos ambientales necesitan un camino claro para la remediación.
- El manejo del agua es crítico y usualmente el costo mayor durante el cierre.
- Examinar potenciales oportunidades para reutilización.
- Considerar un enfoque integrado para la transición social en el cierre.
Lagunas Norte, operación de Barrick, maneja un cierre progresivo.
Los productos mineros continúan siendo componentes vitales de la vida diaria y un aspecto clave en la nueva economía digital; aunque la misma tendencia que impulsa la demanda también ejerce presión en los recursos naturales. Hay un apetito en la demanda por metales frescos que recién están saliendo del pozo, pero últimamente también hay demanda en tratar de recuperar metales en el ciclo de la economía circular.
Para sobrevivir en este complejo escenario, las compañías mineras necesitan llevar a su gente, procesos e instalaciones a una nueva era, una donde las prácticas de sostenibilidad se sitúen a la delantera de sus operaciones y se empapen dentro de su cultura, trabajando junto con otras industrias, gobiernos y sociedad civil para crear verdaderamente “la minería que queremos ver”.
“En el caso de Ecuador, que está comenzando a forjar una industria minera, tiene muy buenos espejos en la región para mirar y aprender de las cosas buenas y de los fracasos que ha habido en los países vecinos. Ecuador tiene la gran oportunidad de captar estos aprendizajes y desarrollar industria con nuevas perspectivas” comenta Aníbal Díaz, Líder Regional de Minería de ERM.