Pero ¿cómo podría o está contribuyendo la banca en esto?, la clave está en las finanzas sostenibles, detalla Landín, en entrevista con ELEMENTS.
“Sobre las finanzas sostenibles, yo creo que no hay una definición única, pero ciertamente implican un proceso en el que en la toma de decisiones de inversión y de crédito del sistema financiero se tengan en cuenta los factores ambientales, sociales y de gobernanza corporativa, estos son conocidos como los criterios ASG”, comenta. Añade que esto “supone un cambio en cuanto a adaptarse a estas nuevas realidades, pero, a la vez, se aporta con gestión sostenible de la organización”. También agrega que se trata de un tema de “supervivencia” y de “sostenibilidad” de las propias instituciones financieras, que deben tener en cuenta que un riesgo medioambiental o social que sus clientes enfrenten, es un riesgo de crédito que puede afectar la salud de la cartera comercial. “Tradicionalmente, la banca ha visto el riesgo financiero, el riesgo económico, la capacidad de pago”, dice Landín y menciona que ahora hay que añadir estos otros criterios y tener en cuenta que “las finanzas sostenibles tienen que estar en el corazón del negocio”.Landín enumera cuatro elementos primordiales que forman parte de las finanzas sostenibles:
“Estos son factores que un banco debe tener como parte de su modelo de negocio; es decir, en su estrategia incorporar estos criterios en la gestión de riesgo, promover los créditos con un enfoque verde, tener buenos modelos de gobernanza corporativa, esto es parte de que un banco haga finanzas sostenibles”, enfatiza Landín.
Con ello, explica, el objetivo no es generar trabas “al cliente y que un crédito se vuelva algo tedioso”, sino procurar a “generar cambios en las prácticas”.
Aunque sobre estos factores se refiere a las instituciones financieras, al evaluar estos criterios a los clientes lo que se busca es que ellos también caminen “hacia un modelo y un camino más sostenible” y así “generar cambios a través del financiamiento”, dice la entrevistada.
Además, incorporar estas medidas trae consigo varios beneficios, puesto que, al evitar esos riesgos, se evitan “pérdidas por incumplimientos legales” o “riesgos reputacionales, y se precautela mantener una “cartera sana”.
Aunado a ello, el banco contribuye a “disminuir los riesgos de su cliente, lo ayuda a que sea más competitivo, porque está reduciendo costos, a que mejore su rentabilidad, su relación con la comunidad”, comenta Landín.
Desde su experiencia, resalta que, en Ecuador, el Produbanco es el banco “líder en financiamiento sostenible”, que cuenta con una estrategia formal en la materia. “Somos el banco que más crédito ha otorgado a proyectos con este fin”, comenta.
Asimismo, ven los buenos resultados del SARAS. “Además de hacer esto porque preserva la calidad de nuestra cartera, nosotros tomamos decisiones de crédito pensando en ese impacto que tiene esto en la sociedad y en el ambiente”, agrega.
De igual forma, reconoce que todas las instituciones financieras grandes y las principales medianas del país están incorporando este tema.
Landín indica que existe el Protocolo de Finanzas Sostenibles del Ecuador. Menciona que se trata de un acuerdo voluntario del sector privado para “promover la incorporación de estos criterios en la industria financiera”.