En esa cumbre, informó —aunque ya había sido anunciado días antes por la organización— sobre la ambiciosa meta que se ha trazado el GBM para lograr en los próximos cinco años que el 35% de su financiamiento genere cobeneficios climáticos.
En otras palabras, ese porcentaje de su financiamiento se direccionará a mitigar los efectos del cambio climático.
Esto sustituye la de alcanzar el 28% para 2020, que rigió durante los últimos cinco años, y se estableció como parte del Primer Plan de Acción sobre el Cambio Climático. En este lapso (2016-2020), las instituciones que integran el GBM (el Banco Mundial, la Corporación Financiera Internacional y el Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones) proporcionaron a los países en desarrollo más de 83.000 millones de dólares para financiar iniciativas climáticas.
Ahora, la nueva meta es parte del Segundo Plan de Acción sobre el Cambio Climático, que se extenderá desde 2021 hasta 2025. Según el anuncio, el Banco Mundial también procurará garantizar que el 50% de los fondos se destine a apoyar la adaptación y la resiliencia.
“Los países más pobres son los que más sufren los eventos climáticos, como las inundaciones, las sequías y la inseguridad alimentaria. Además de aumentar el financiamiento para iniciativas relacionadas con el clima, estamos trabajando para generar en los países resultados que permitan reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y lograr una transición exitosa hacia un desarrollo con niveles más bajos de carbono”, dijo Malpass.
En consonancia con ese anuncio, la institución internacional dio a conocer algunas de las acciones para ayudar a los países a adoptar medidas en favor del clima.
Se creó el fondo fiduciario de múltiples donantes Empresas Verdes del Pacto con África, para, justamente, impulsar las empresas verdes en África. La capitalización inicial alcanza los 24 millones de dólares, que fueron otorgados por la Iniciativa Internacional para el Clima (IKI) del Ministerio de Medio Ambiente, Conservación de la Naturaleza y Seguridad Nuclear de Alemania.
También, el Banco Mundial, junto con Canadá, anunció el arranque del Mecanismo Climático de Energía Limpia y Bosques, que tiene como propósito acelerar la transición hacia la energía limpia en Asia y en los pequeños Estados insulares en desarrollo, así como impulsar el apoyo a los bosques y el uso sostenible de la tierra.
Asimismo, esta institución, en calidad de depositario del Fondo Cooperativo para el Carbono de los Bosques, firmó acuerdos históricos de pago por reducciones de emisiones con los gobiernos de ocho países: Chile, Costa Rica, Costa de Marfil, Ghana, Indonesia, Mozambique, República Democrática del Congo y Vietnam.
Otra de los temas es el nuevo Mecanismo para la Reducción de Emisiones Climáticas, un fondo global destinado al financiamiento de iniciativas relacionadas con el clima, que será el primer fondo fiduciario del Banco Mundial que proporcionará liquidez operativa en gran escala para proyectos de desarrollo con bajos niveles de emisión de carbono.
También, está el Mecanismo de Apoyo Climático, que se puso en marcha el 10 de diciembre, con una inversión de 52 millones de dólares, otorgados por el Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania; la Oficina de Relaciones Exteriores, Asuntos del Commonwealth y Desarrollo del Reino Unido; y el Ministerio Federal de Finanzas de Austria.