La hepatitis es una enfermedad inflamatoria del hígado que imposibilita su correcto funcionamiento. Puede ser aguda, en un inicio, y terminar con un cuadro crónico de lenta progresión.
Durante los últimos meses, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos notificaron que se encuentran investigando 109 casos de hepatitis grave e inexplicable en niños en 25 estados. Dentro de esta cifra, el 14% necesitaban trasplantes y 5 niños han muerto, mientras que, más del 90% necesitaron ser hospitalizados. Según los especialistas, un niño puede contraer hepatitis al beber o comer alimentos que han sido contaminados con sangre o heces, generalmente, encontrados en frutas, verduras, mariscos, hielo y hasta en el agua.
Otras de las causas, son el consumo de alimentos cocinados por personas que porten la enfermedad y no se hayan lavado las manos después de usar el baño, así como al ser levantados o cargados por un adulto que no tenga buena higiene. El factor de riesgo es que el infante no haya sido inmunizado a través de vacunas para esta enfermedad.
¿Cómo prevenir?
1.- Es recomendable que los niños sean vacunados contra la hepatitis.
2.- Lavarse constantemente las manos antes y después de preparar los alimentos.
3.- Inculcar en los niños buenos hábitos de higiene.
