El Fondo para la Protección del Agua (FONAG) trabaja arduamente en la protección y recuperación de las fuentes de agua, para asegurar la disponibilidad del vital líquido para todos los habitantes del Distrito Metropolitano de Quito (DMQ) (tanto en el área rural como urbana) y sus futuras generaciones.
El FONAG, a través de un trabajo integral, contribuye con el cumplimiento de nueve de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible; así lo mencionó el informe de 2016 del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). El fondo opera a través de un mecanismo financiero que capta aportes anuales de sus constituyentes públicos y privados: Empresa Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (EPMAPS-Agua de Quito) —mayor aportante del FONAG—, Empresa Eléctrica Quito (EEQ), The Nature Conservancy (TNC), Tesalia CBC, Cervecería Nacional y el Consorcio Camaren.
En este sentido, el FONAG ejecuta programas y proyectos de conservación, restauración ecológica y educación ambiental, que contribuyen con la gestión integrada de los recursos y la generación de una nueva cultura del agua; todos bajo el enfoque de acceso a agua segura, sin dejar atrás factores sociales, ambientales y económicos, que inciden en la gestión y protección del agua.
La protección de las fuentes de agua aporta principalmente al ODS 6 (Agua segura y saneamiento), aunque también contribuyen en los ODS 4 (Educación de calidad), 8 (Trabajo decente y crecimiento económico), 11 (Ciudades y comunidades sostenibles), 12 (Producción y consumo responsables), 13 (Acción por el clima), 15 (Vida de ecosistemas terrestres), 16 (Paz, justicia e instituciones sólidas) y 17 (Alianzas para lograr los objetivos).
El FONAG fue creado en el año 2000, vía Ordenanza Municipal. Gracias a su figura legal, Fideicomiso Mercantil de administración privada, tiene una expectativa de vida para 80 años. Trascurridos sus primeros 20 años de gestión, está clara su sostenibilidad a largo plazo.